Son muchas las empresas que alientan a sus clientes a cambiar las comunicaciones en papel a las electrónicas puesto que piensan que son “más ecológicas”. Pero, según cuentan desde Two Sides, todas esas personas se encuentran mal informadas sobre la sostenibilidad de la impresión y el papel.
El problema es que, al igual que ha crecido el uso de dispositivos electrónicos, también lo han hecho las graves consecuencias medioambientales, sanitarias y económicas.
Según el Global E-Waste Monitor (GEM) de 2020, se generó un record de 53,6 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos en 2019. Incluso este estudio descubrió que solo el 17,4% de los desechos electrónicos se recolectaron y reciclaron.
Además, cabe destacar que en los equipos electrónicos se encuentran numerosas sustancias tóxicas y peligrosas que suponen un grave riesgo para el medio ambiente. “Si no podemos reciclar los desechos electrónicos, no volveremos a incorporar materiales al ciclo, lo que significa que tenemos que extraer nuevas materias primas”, dice Vanessa Forti, autora principal del GEM.
Por otro lado, el papel se fabrica a partir de un recurso renovable y tiene una tasa de recuperación casi del 80%. También, más del 90% del agua utilizada para fabricar papel se limpia y se devuelve.
+ INFO: https://twosidesna.org/US/is-going-paperless-really-better-for-the-environment/
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