El primer Índice de Responsabilidad Mediática (IRM), elaborado por el Observatorio Nebrija-Presidentex, revela una clara jerarquía donde la televisión, la prensa, la radio y las revistas superan ampliamente a las plataformas digitales en transparencia, ética y seguridad para las marcas.
En un ecosistema publicitario cada vez más fragmentado y automatizado, los medios tradicionales han reafirmado su liderazgo no solo en términos de historia, sino como los garantes de la credibilidad y la ética. Según los resultados del primer informe del Índice de Responsabilidad Mediática (IRM), publicado por el Observatorio Nebrija-Presidentex, existe una "jerarquía nítida" en la que los medios regulados y con estructuras editoriales consolidadas —Televisión, Radio, Diarios y Revistas— alcanzan las puntuaciones más altas, situándose en el rango de Alta Responsabilidad (8-9 sobre 10).
Este estudio pionero, que evalúa seis dimensiones clave (desde la seguridad de marca hasta la sostenibilidad ESG), confirma que los medios tradicionales actúan como los "pilares de la confianza mediática en España", ofreciendo a anunciantes y ciudadanos un entorno seguro frente a la opacidad y los riesgos de las plataformas digitales abiertas.
Dentro de este bloque de excelencia, el medio Revistas ha obtenido una calificación global de 8,0 puntos, situándose en el nivel de "Alta Responsabilidad". El informe destaca el papel de las revistas como soportes "premium" que ofrecen garantías estructurales difíciles de replicar por el entorno digital abierto.
El análisis del IRM arroja luz sobre las fortalezas específicas de las revistas en tres áreas críticas:
Seguridad de Marca (Brand Safety) Sobresaliente (9/10): Las revistas ofrecen uno de los entornos más seguros del mercado. Al contar con contenido curado profesionalmente y carecer de contenido generado por usuarios (UGC), eliminan casi por completo los riesgos de que una marca aparezca junto a contenidos nocivos o de odio, algo frecuente en redes sociales.
Líderes en Privacidad (9/10): En un momento de gran sensibilidad sobre el uso de datos, las revistas obtienen una puntuación casi perfecta. Su modelo, basado mayoritariamente en papel o en suscripciones digitales bajo códigos estrictos, implica una exposición mínima a riesgos de privacidad y un cumplimiento riguroso del RGPD, sin el historial de sanciones que lastra a las grandes tecnológicas.
Transparencia y Gobernanza (8/10): Gracias a su adhesión a auditorías externas (como la OJD y el EGM) y a asociaciones sectoriales (ARI), las revistas demuestran un alto nivel de transparencia en sus métricas y una gobernanza editorial sólida.
Además, el informe señala que las revistas gozan de una confianza del público de 7/10, destacando la lealtad de sus audiencias de nicho y temáticas, lo que las convierte en vehículos publicitarios de alta credibilidad.
El informe dibuja una "brecha ética y tecnológica" evidente. Mientras que la Televisión lidera la tabla global con un 9,0, seguida de cerca por los Diarios (8,7) y la Radio (8,4), las plataformas digitales ocupan los últimos puestos.
Las Redes Sociales (2,8/10) y YouTube (4,2/10) suspenden claramente, situándose en el nivel de "Responsabilidad Baja". El estudio atribuye este déficit estructural a la falta de control editorial humano, la opacidad de sus algoritmos y la dependencia de contenidos no verificados, lo que genera problemas recurrentes de desinformación y baja confianza ciudadana.
El IRM concluye que la responsabilidad mediática ya no es solo un atributo ético, sino un "activo estratégico". Para los anunciantes, invertir en medios tradicionales como las revistas no solo implica comprar espacio publicitario, sino "respaldar su modelo informativo, sus valores y su impacto en la sociedad".
Frente a la incertidumbre de los entornos digitales no regulados, los medios tradicionales demuestran que la combinación de regulación, profesionalización periodística y transparencia sigue siendo la fórmula más eficaz para generar confianza y sostenibilidad en el sistema comunicativo.
